Nota Aclaratoria: Como mis Hordas de Fans me conocen hace distinta cantidad de años, y dado el carácter de esta sección, me veo impulsada a hacer una pequeña nota biográfica esencial para comprender mi concepción mental de lo que yo considero mi infancia: Hasta los 3 años y 10 meses de edad viví en el centro de Morón, en el Pasaje los Indios. Luego nos mudamos a Castelar. Así que cuando hablo de cosas que estaban u ocurrieron "en el Pasaje" ya saben cuán chiquita era una servidora.
Hoy dejo de lado el mágico y misterioso Cajón de la Bijouterie de mi mamá para transportarme a mi propio "Joyero". Era el "joyero" (o es, porque todavía lo tengo) una cajita de madera con un Bambi de marquetería en la tapa. Miento, no es un bambi, es una casita con un arbolito y una torre detrás. Pero por algún mal cableado de mis neuronas, probablemente causado por un brochecito de peltre que sí es un bambi, sienpre que pienso en esa cajita se me representa mentalmente estampada con el cérvido en cuestión.
La cuestión que en mi "joyero" yo guardaba -guardo- mi bijouterie, término que en mi tierna infancia desconocía: para mí cualquier adorno corporal eran joyas. Entre las que conservo de cuando era muy chiquita (ergo, del Pasaje) están éstas:
Los dijecitos son de plata esmaltada, los usé un montón. El prendedor de peltre me lo regalaron para el bautizo, la medallita (15 mmØ) tiene a la Virgen de Núria de un lado y el Sagrado Corazón del otro.El prendedor no lo usé casi nunca... la medallita suelta sí, un montón, ya de grande.
Como sabrán mis Hordas de Fans, esta corresponsal era fanática maaal de Heidi. Así, no es extraño que hasta el día de hoy hayan sobrevivido estos prendedores plásticos de Heidi (sosteniendo a Pichí!) y Pedro.
Este ya data de mi pubertad. Me lo compró mi mamá un día en Morón. De plata y nácar, chiquito (el dibujo tiene 1 cm de alto). Me encanta, pero se le dessoldó el anillo propiamente, por eso no lo uso. Una vez pregunté en una joyería que hacían arreglos, pero me dijeron que no sabían si a lo mejor el soldado jodería el nácar... me muero si eso pasa! Si algún dia encuentro alguien que me lo suelde, volverá a mis dedos...
Me pareció gracioso que entre las joyitas reales estén los prendedores de plástico de Heidi & co. Precioso el anillito. El prendedor parece una Moreneta, no?
ResponderBorrarMe gusta mucho el prendedor con la medalla. Como trabajé en joyería, te puedo confirmar que no se puede soldar el anillo de nácar, porque el calor de la soldadura estropearía el nácar. Lo que podés hacer es comprar poxilina (o similar)y pegarlo.
ResponderBorrarBesos