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27.5.09

Escocia I

La semana pasada estuvimos en Escocia. Organizamos una escapada con parte de mi grupete de inglés. Su primer profe es un escocés, casado con una alemana, y viven cerca de Inverness. Tienen una casa grande y ya habían recibido al grupo en otra ocasión, hace un par de años. El viaje "oficial" era de 4 días, pero dado que Nacho tenía toda la semana pedida de vacaciones, nosotros dos volamos el lunes y nos quedamos 3 días recorriendo Edimburgo. El centro de Edimburgo es patrimonio de la Unesco. La parte más vieja está organizada sobre el eje de la calle principal, que conecta el palacio de Holyrood (residencia oficial de la Reina) con el castillo de Edimburgo en lo alto de la colina. De la calle principal salían numerosas callecitas angostas (piensen en el call de Girona) llamadas 'close', yendo colina abajo. En los closes la gente vivía hacinada en edificios de hasta 12 pisos - siglo 16, imagínense. Como es de esperar, la peste hizo estragos. En el s. 17 parte de los closes fueron desalojados para construir nuevos edificios, como la cámara de comercio. Lo loco es que estos edificios no se construyeron "en lugar de" sino "encima de" los closes, al nivel de la calle principal. Así, en el subsuelo sobreviven aún varias de estas callecitas, con casas y todo. Visitamos una de las más famosas, la Mary King's. Mary King fue una viuda que amasó gran fortuna con el negocio de telas de su difunto esposo. Tan importante llegó a ser la Sra. King, que no sólo tenía derecho a voto en el consejo municipal (cosa rara en Escocia e inaudito en el resto de Europa, ¡una mujer votante!) sino que dio nombre, en vida, al close en la cima del cual estaba su mansión. Las historias de fantasmas abundan, pero no nos cruzamos a ninguno. Destaco a 'Wee Annie', el fantasma de una nena triste porque perdió su juguete preferido. La gente le deja juguetes en la habitación donde se manifestó. En nuestro primer almuerzo en la ciudad me le animé al Haggis, especialidad escocesa que, por lo que pude apreciar, se ama o se odia pero no deja indeferente. Es una especie de morcillón hecho con achuras de cordero y avena. Me pregunto si sus detractores no lo serían menos si no supieran qué tiene adentro. Obviamente, a mí me pareció delicioso. Tradicionalmente se sirve con 'neeps and tatties' (nabos y papas). Los museos (estatales) de Edimburgo, al igual que los de Londres, son gratis. Visitamos la National Gallery, las dos galerías de arte moderno, y el Museo de Escocia. Garpando, vimos también el castillo, que está muy bien, aunque de las cosas que tiene para ver muchas son de tipo militar, que mucho no nos copa. De todas formas hay excelentes vistas de la ciudad; las joyas de la corona escocesa, la piedra del destino; la capilla del s. 12 dedicada a S. MArgaret, que murió ahí; y el gran salón, donde J.K. Rowling presentó Half-Blood Prince en 2005. Cerquita del castillo está la estatua de Greyfriar's Bobby, el perrito que tras la muerte de su dueño en 1858 permaneció firme al pie de su tumba hasta que murió de viejo en 1872. Visitamos también el parlamento, en edificio modernoso junto al palacio de Holyrood. Éste no lo pudimos visitar, justo estaba cerrado. Quedará para la próxima. Tampoco fuimos a la capilla de Rosslyn (la que sale al final del Código Da Vinci) pues por lo que vi está en plena reforma y no me apetecía tomar el bondi y garpar 8 libras la entrada para no poder hacer fotos más que de andamios. El miércoles a la noche llegaron los muchachos de inglés, y el jueves salimos en tren para las Highlands. ~ Recuerde: Haciendo clic sobre las fotos, se agrandan! ~

1 comentario:

  1. Qué cosa loca lo de los closes! 12 pisos en esa época! Como decís, mucho alarde arquitectónico, pero en cuanto higiene debía ser de terror. Curiosa y triste la historia del perrito, simpática la estatua. Qué bien que en algún lugar de Europa haya la sana costumbre de museos gratuitos, todos los días.

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