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13.10.08

Copenhague (la capital de Dinamarca, oséase)

Este finde, cumpliendo la promesa hecha a Elenaespaña cuando dejó éste el Putopueblo, fuimos a visitarla a Copenhague. También fue Anto (Emrah iba a venir tb y al final no fue). Por razones puramente presupuestarias salimos de acá el viernes a la tardecita en tren nocturno, lo cual fue bastante paliza pues los asientitos apenas si se rebatían, por lo que nada de dormir cruzaditos como en cualquier otro tren nocturno. Yo, aprovechando mis reducidas dimensiones, decidí echarme en el suelo entre el último asiento y la puerta, ya que además de no poder dormir sentada, mal puedo descansar cuando mis patitas apenas tocan el suelo. Por suerte unas dos horas antes de llegar se bajó el resto de la gente que viajaba en el compartimiento y pudimos dormir ese rato estirados en los asientos. Una abreviadísima crónica del viaje sería "paseamos todo el rato". Después de desayunar con Elena y Anto nos fuimos a caminar por la ciudad, que la verdad es muy bonita. Es una capital con todo lo que una capital tiene que tener, pero con encanto provinciano. Hay muchos parques, todo está limpio, la gente no anda como loca por la calle... Pateamos cual peregrinos casi todo el día. A mediatarde nos encontramos con unas amigas de Elena, españolas también, tomamos un rico café en un bar muy chillout y luego una de ellas (que tiene un megapase) nos hizo entrar al tívoli, histórico parque de diversiones en el centro de la ciudad (un minuto de silencio por el Italpark. Gracias). Dicho pase no incluye las vueltas en los juegos, que son bastante caritas, por lo que sólo subimos a la montaña rusa (8 euros por cabeza!). El parque estaba decorado todo de Halloween (no es q se celebre... la importaron porque sí, como San Valentín...) pero era hermoso, todo lleno de calabazas, la mayoría naturales, y lucecitas naranjas. Copenhague es cara, aunque no tanto como Paris o Venecia, creo. O a lo mejor es que Alemania es muy barata. Después de salir del parque fuimos a cenar, hay muchos restaurantitos y barcitos muy cozy por todos lados. Luego fuimos a un pub cerca de lo de Elena donde tomamos unos tragos y bailoteamos un poquito. Al día siguiente tocó levantarse tarde, hacer brunch, y caminar aún más hasta la hora de irnos. Anto se fue para el aeropuerto y Elena nos acompañó a la estación de tren. El viaje de vuelta fue ligeramente menos paliza pues el compartimiento venía menos lleno con lo que nos pudimos estirar un poco más. Les dejo unas cuantas fotos, de un alto nivel artístico y eróstico que dan al conjunto un airede lo más séssi.
~ Recuerde: Haciendo clic sobre las fotos, se agrandan! ~ Frente a la Bolsa de comercio
Placita en el centro con fuente modernista. En este plaza también hay un café modernista divino.
Otra plaza
En uno de los canales
Otra plaza (no me pregunten nombres, sori)
Con La Sirenita de H.C. Andersen En la antigua ciudadela En el Tívoli Diosas totalesCon una simpática familia de humanoides en los jardines del Palacio Real

4 comentarios:

  1. Las fotos son bellísimas: transmiten una gran alegría y se nota que lo pasateis genial!

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  2. que bien lo pasas!!me encanta y envidia!!jajajaj,como viajas!!!!y lo bien que lo pasas!!!!!!!
    un besito guapa!!!!!!

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  3. Fantástico!!
    Yo me declararía apta para morir despues de ver todo eso.
    :D

    me encantó la foto de los humanoides

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  4. Sí qué rara esa escultura, y en los jardines del Palacio Real! Lindas las fotos, se ve que Elena los esperaba con ganas.
    8€ solamente para subir a la montaña rusa! Un horror! Si para cada atracción hay que poner algo así, es para magnates rusos únicamente.

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