La crónica semanal

Aló aló! Después de la maratón austríaca se imponía, lógico, reposo y meditación. La semana pasada llovió bastante, un embole pero las plantas lo agradecieron: dos cactus q estaban en veremos brotaron por todos lados; otro, chiquito, creció aprox. el doble de lo que estaba; la verbena se volvió a llenar de flores y la gloxinia de pimpollos. Lo más extraordinario fue q empecé un cursito de danza árabe. Está bueno. El viernes pasado fui a almorzar con Elena.it y Ania, luego fuimos (Ania no pq tenia q ir a buscar a la nena a la guarderia) a tomar café a casa de una compañera de Elena.it de su curso de alemán, lo pasamos muy bien y comimos torta de grosellas rojas. Después fuimos para lo de Elena.it pues se juntaban ahí nuestros respectivos + Emrah a jugar al ajedrez. Hicimos la torta 1234 y le mezclamos frutas secas surtidas, quedó espectacular. Como de costumbre se nos hicieron las tantas y terminamos cenando en el Döner. El finde estuvo lindo pero no nos movimos de casa; Nacho tenia q estudiar para el examen teórico de manejo -le fue bien- asi q no daba para salir. Yo el domingo me fui a dar una vuelta x un mercado de pulgas q habían montado en el parking del Handelshof y después pase x lo de Elena.es, tomamos café, lo llamé a Nach y nos fuimos a tomar un helado (bueno, en realidad yo tomé té helado de frutos rojos, q no engorda). Ayer y el lunes estuvo espectacular y dijimos de ir hoy a la pileta. Por supuesto hoy amaneció todo nublado. Scheiße.