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14.11.10

Melancolicoso: Mucha pluma

Tengo siete estilográficas siete*, y todas en uso.

Pero las que merecen estar en esta sección son dos, más una yapa.

Cuando empecé primer grado escribíamos con lápiz, al principio. Después nos hicieron llevar lapicera de pluma, supongo que porque, a diferencia de la birome, se puede borrar con borratinta. O porque la directora del colegio tendría su fetiche propio con ellas. O porque conceptos como escribir prolijo y bien todavía eran considerados importantes en el proceso de escolarización, y la pluma siempre escribe más lindo que la birome; sobre todo entonces que no había "rollers" de gel. Éstas últimas se empezaron a ver cuando terminé la primaria, y para la Navidad de mis 13 años le pedí a Papá Noel la Parker Vector, roller ball y pluma  (♪Parker Vectooor roller-ball ♫ Qué diseño, qué color, Parker Vector roller.baaaaaall! ♪). Mi primaria fue escrita enteramente a pluma. En la secundaria la mayoría de mis compañeros usaban ya birome, tachando o usando Liquid Paper™ según fuera necesario. Yo también, muchas veces, pero siempre volvía a la pluma.

Y es que como acabo de decir, la experiencia de escribir con pluma le pasa el trapo a la birome. La uniformidad del trazo, la facilidad con que se desliza por el papel; ¡las veces que toco un papel y pienso "qué lindo que debe escribir acá la pluma"! y no veo la hora de probarle alguna de las que tengo, y pienso cuál le escribirá más lindo (porque a lo mejor un papel le va muy bien a la Pilot, pero no a la Vector, por ej.). Hay papeles que no se llevan bien con las plumas, con los cuales es mejor no insistir y limitarse a la birome que mejor les cuadre.


Pero me estoy yendo de tema, y si sigo disertando sobre las bondades estilográficas no me va a quedar nada para contar de los objetos del día. Por orden cronológico inverso:

Cuando yo tenía 9 años mi papá viajó por primera vez a Catalunya. En esa época los Pitufos eran furor, y entre los regalitos que trajo papá de vuelta me tocó esta lapicera con dibujos de la aldea pitufa y de Fortachón (hoy casi borrados del todo). La lapicera es de marca Sailor y venía con cartucho de tinta "color pitufo", o sea, entre turquesa y cian, del que papá, previsor, me trajo 3 cajitas. Las hice durar lo más que pude, pero un buen día se acabó el último cartucho color pitufo. Yo, previsora, ya había comprobado que a la Sailor no le iban otros cartuchos de ninguna otra marca que la propia. Por lo tanto y durante los siguientes 15 años, me dediqué a rellenar ese último cartucho con jeringuilla. Ya en Barcelona, se me ocurrió preguntar un día en la Central de la Estilográfica si tenían cartuchos Sailor... ¡y había! No en color pitufo, claro, así que me los compré en negro. De paso, gracias a Internet, me enteré de que Sailor es una marca japonesa de puta madre (aunque debería haberlo sabido por el trazo perfecto de la pluma y el color intenso de la tinta). Igual en la última carga la llené con pitufa turquesa... digo... tinta pitufa!


Como mencioné antes, promediando primer grado nos pidieron una lapicera "de cartucho". Yo, hasta ese momento, ni siquiera sabía de su existencia. Pero al pasar el pedido en casa mi mamá, sin inmutarse, me dio su Parker 45. A ella se la había regalado la empresa cuando trabajaba en Eaton Ejes, como testimonia el grabado en el capuchón.Yo era una de las pocas en el aula que tenía una lapicera buena. Obvio que con el correr de los años y por el efecto rebaño también tuve la Scheaffer escolar y unas cuantas 303 (naranja, turquesa, plateada, rosa... ¡qué truchas que eran, por Dios! No sé cómo escribía con eso, la pluma la mirabas fuerte y se doblaba).
Cabe acotar que así como las Parker escriben que es una maravilla, los cartuchos, a pesar de su compartimiento mágico con tinta de reserva, son una mierda pinchada en un palo. ¿Por qué? Porque son increíblemente duros de abrir. Tanta fuerza había que hacer, que en un momento sucedió lo temido: se partió el pitorro que encaja en el cartucho. Ahí quedó la pobre Parker, mutilada por culpa de su propia familia. Fue a partir de ese momento que comencé a perforar cada cartucho parker a mano (de la Vector, remember) antes de colocarlo. Hace poco años cambiaron la punta del cartucho pero sigue siendo la misma mierda con distinto plastiquito, o peor. Incluso escribí una carta a Parker explicándoles mi drama, que fue contestada con indiferencia corporativa, diciendo que con los años el pitorro se debilitaba (!) y sugiriendo que pusiera la lapicera en vertical y apretara el cartucho contra la mesa para perforarlo (con lo que sólo consegui doblar el cartucho como una banana, dicho sea de paso).
Por suerte a principios de este año conseguí en Mercado Libre el repuesto de la parte rota, y mi Belle Mère me lo trajo cuando vino para estos pagos. Parker rides again :)


Hace dos semanas fui tan pelotuda que sin darme cuenta tiré el último cartucho Sailor vacío de la cajita que había comprado en Barna, y en Alemania no venden. Pero le pedí a San Google y logré matar dos pájaros de un tiro: me compré un convertidor de un distribuidor suizo, y acá en la city hice lo propio con las Parker. ¡Se acabó la tiranía del cartucho en esta casa! (aunque eso no represente de modo alguno el fin de mis experimentos con tintas de colores y jeringas en los que termino con los dedos manchados y corriendo a agarrar una toallita de papel para embeber el desastre).

Este es uno de los plumines de mi avi Juan. En casa había unos cuantos, que jamás se usaban, claro. Alguna vez experimenté con él, para ver cómo era eso de escribir mojando la pluma en la tinta cada vez, "como era antes", y me cansé fácil, claro está. Más recientemente lo usé para escribir los sobres de las invitaciones a mi casamiento. En el anteúltimo viaje me los traje todos. ¡Escriben tan lindo!


*La Parker 45, la Parker Vector, la Sailor de los Pitufos, la Rotring Artpen (M), la Pilot Vortex, la Online Piccolo Tri-color y la Lego Clikits 1.9

3 comentarios:

  1. Pues yo jamás le he encontrado el "gustillo" a escribir con pluma...

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  2. Me encantó el post. Y eso que de fanática de las plumas no tengo nada. Pensar que yo empecé a escribir con tinta con plumas! Y tintero en el pupitre! Pero mucho no duró, pronto se pasó a las de cartucho. Es cierto que la birome fluye tán fácil que la letra queda una merda, sobre todo con letras como la mía que ya son de por sí una merda.
    Me hiciste reir con tu intercambio de opiniones con los de Parker. Y se nota el cariño que le ponés al tema.

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  3. Nuri, he encontrado este post buscando imágenes de plumas. Tras 3 años, no sé si te notificarán este comentario, pero si no te lo cuento, yo infarto. También tengo una pluma Sailor pitufa, comprada hacia el año 86 u 87. Bueno, yo tengo muchas plumas, más de 7, he sido muy coleccionista. He usado las que he podido, pero con todas no podría. Y en los últimos tiempos, escribo más a tecla, pero la vida va y viene, y en una de esas, hace mes y medio fui a un rastrillo o almoneda solidaria que hacían en una parroquia para recaudar fondos para obras benéficas y encontré una caja de cartón que contenía 12 gomas de borrar, 4 sacapuntas, tres estilográficas baratas, y 10 cajas de cartuchos para plumas Sailor y otra cajilla de cartuchos Parker. Pensé que sería yo uno de los pocos que podrían utilizar esos cartuchos, y compré todo el revuelto y en casa volví a desempolvar las Sailor abandonadas. Que para ese cartucho, son dos y escriben muy fino (tengo otras tres delgaduchas que van con otro cartucho aún más fino), así que intenté indagar si existe alguna Sailor de punto más gordo, y ahí me encontré tu blog.
    Además de la pluma pitufa compré (y ni me acordaba) tengo un boli Sailor con el mismo cuerpo de plástico, pero adornado con corazoncitos lilas, y como se pueden intercambiar solía usar la pluma con el cuerpo de corazones, pero tiene alguna estría y rajadura, así que he vuelto a ponerle el cuerpo pitufo para usar los cartuchos que compré. --- Si te hace falta algún cartucho de estos, ahora tengo de sobra para compartir. Me imagino que en algún lugar del mundo aún venden cartuchos Sailor, pero en Bilbao, donde vivo, este mundo de la pluma está desapareciendo del comercio. Y Sailor, además, no es la marca más abundante.
    También tengo una Parker 45, mejor dicho dos. Una me la regalaron de cumpleaños cuando cumplí 10 y 11 fue la segunda que tuve, y la otra me la regaló un amigo que no la usaba. Siguen vivas y de vez en cuando las miro con enamoramiento, pero no tengo manos para escribir con todas al tiempo. Ahora voy a ver si doy uso a los cartuchos Sailor. Que por cierto, aunque están cerrados y sellados, en el interior la tinta, con los años que lleva, ha mermado y sólo llenará la mitad de cada uno, más o menos.
    El mundo de las plumas es inabarcable. Son objetos (hay otros, como las guitarras, algunos dirán que los automoviles, etc.) que aunque técnicamente no son considerados seres vivos, realmente se comportan como tales. --- Y dándole al buscador he encontrado unos foros de internet de estilográficas, donde la gente, cuenta historias de plumas enternecedoras, y yo aún no pertenezco a ningún foro, pero te juro que puedo contar bastantes también.
    Pues eso: un saludo con mucho cariño porque los que somos plumeros somos casi familia.
    PS. me puedes escribir a mazl6169@gmail.com (deletrado eme a zeta ele) si tienes ganas de cháchara.

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