El finde pasado estuvo Vivi, la tia de Nacho, de visita. Llegó el viernes por la tarde y fuimos a cenar junto con la gente de P&G a un restaurant acá en el pueblo de comida típica. Nacho y yo comimos una carnecita de cerdo que venía con salsa de hongos y spätzle, y Vivi una salchicha no-sé-de-cuál (todas tienen sus nombres) con lentejas y spätzle. He descubierto con agrado que acá los hongos son muy populares, los hay de varios tipos y en presentaciones varias.
Fuimos a conocer Nürnberg. La ciudad es preciosa, tiene un centro viejo muy grande y bien conservado (o reconstruido, ya q en la 2a guerra quedó hecho mierda). Fuimos al Kaiserburg -el castillo del emperador- que aúna varios puntos de interés. Primeramente vimos el museo, con una colección de armas y armaduras medievales, estuvo bien. El chabón de la boletería estaba como una cabra y se emperró en vendernos a los tres boleto de estudiante. Si es para ahorrar está bien. A continuación vimos el pozo, que tiene 45 m de profundidad hasta la superficie del agua. Luego tocó el palacio, y ahí es donde nos ensartamos. No porque el lugar no valiera la pena, es precioso, con unos muebles antiguos y unas marqueterías impresionantes, pero la guía... Una vieja cachivache maaaal, léase revoque grueso en el rostro, boina de crochet con aplique de flor sobre cabellos quemados de tinte rojo y El detalle: abrigo de plush imitación leopardo!!! Bueno, la cuestión que la vieja la verdad sabía mucho, aunque yo no le entendiera casi nada pq la visita era en alemán, el problema es que hacía las explicaciones más largas que puteada de tartamudo, un embole total!!! Y estábamos ahí atrapados pq la entrada era sólo con visita guiada. Una tortura, estuvo 1:15 hs. para ver 5 salas, pq la última dilatada explicación que dio, sobre la corona del emperador, fue en un pasillo con un diagrama delante, así q no cuenta. Al abrirse la puerta de salida huimos a ver rápidamente la Torre, desde la que se domina toda la ciudad, y nos fuimos raudos a buscar algo para comer, que a todo esto ya eran más de las 3 así que estábamos famélicos.
Para llegar al Kaiserburg atravesamos todo el centro, nos metimos en tres iglesias: la de San Lorenzo, la de Nuestra Señora y la de San Sebaldo. En esta última es donde nos encontramos con la Mejor Puerta del Mundo, una maravilla escultórica que pareciera estar hecha por un hijo ilegítimo de Subirachs y Tim Burton.
Después fuimos al Germanisches Nationalmuseum, que vimos un poco a los pedos e incompleto pq llegamos sólo una hora antes de cerrar.
El viaje de ida y vuelta fue toda una experiencia aparte. Justo ese día jugaban Stuttgart vs. Nürnberg, y el trayecto en ambos sentidos, asardinados entre hinchas borrachos y fiesteros nos retrotrayó impiadosamente a nuestros días de FFCC Sarmiento. Además de lo que ya sabíamos -que la Grasada es universal- ahí descubrimos que los cantitos de fútbol también lo son: la única diferencia era que estaban en alemán, pero las melodías idénticas a las q pueden escucharse en el Camp Nou o el Monumental. Cosa 'e Mandinga.
El domingo tocó brunch en el Café Frank -el lugar más top de Crailsheim- para celebrar el cumple de la mujer de un compañero de Nacho, q también llegaron hace poco. Era buffet, así q nos llenamos a reventar. Para terminar de suicidarnos, tarta de arándanos. Yum.
Arriba la comida alemana!! La tengo en las venas (y la catalana, la francesa, la española, la italiana... la única que no me tienta mayormente es la japonesa. Me encantó la descripción de la guía, evidentemente, además de en el fútbol, hay mersada en todos lados. Lo del tren, es para que no extrañen.
ResponderBorrarSiga participando, que no todo en sushi en la isla del Sol Naciente, y el marisco abunda...
ResponderBorrarPASESE Y VEA NOMAS
ResponderBorrarwww.dalequetegusta.blogspot.com
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