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29.6.05

Núria en Núria

Holis, acá hace mucho calor. Recuerdo las cartas de Madre hace unos meses cuando no podía evitar mencionar, en cada párrafo de sus misivas, el bochornoso calor que aquejaba al Conurbano Bonaerense. Bueno, pues ahora aquí estamos más o menos igual, por suerte con unos 20 puntos menos de humedad que la habitual en Baires, pero eso no quita que cuando salís al mediodía de la oficina chiche bombón con airecito, los 30 y pico te golpean de lo lindo. El jueves pasado, la Revetlla de Sant Joan, fuimos a comer con los Cubí y le dimos de lo lindo a la coca y el cava, sentaditos en el balcón, mientras veíamos los cuetes que explosionaban coloridamente contra el cielo barcelonés (vieron qué poética?). Al día siguiente nos íbamos a Núria de camping con nuestra carpa super barata que compramos al darnos cuenta que por el precio que dormía una persona en el albergue juvenil de Núria, dormíamos los dos durante muchas noches de nuestra vida y virtualmente en donde se nos cante el orto. Nos levantamos temprano pero tranqui para agarrar el tren en Hospitalet, pero sobre la marcha decidimos tomar el tren anterior, que salía en 1 hora, a las 12. Terminamos de juntar las cosas a los pedos, la sartén que tenía para lavar la dejé en remojo, salimos pitando para la estación, el puto Carrilet que se acababa de ir y tuvimos q esperar 7 minutos, cuando llegamos al metro tb se acababa de ir y faltaban casi 8 minutos para el próximo - eran las 11:50, dije "vamos caminando", Nacho que flipa: "¿cuánto son, 10 cuadras?", "Menos. 5 ó 6", respondo, con un aire de adrenalina q nomás faltaba la musiquita de policial yanqui, y ahí nos fuimos los dos p'arriba la Rambla Just Oliveras como si nos llevaran con un palo en el orto bajo un sol impiadoso, al llegar a la estación (11:56) el pelotudo del boletero q no se enteraba qué puto billete nos tenía que vender (lo sacan por computadora, no tenía que hacer mucho), el tren que salía de la última plataforma cruzando el tunel bajo las vías, y nosotros corriendo por las escaleras para subirnos justo cuando pitaba la alarma de cierre de puertas... Y con el apuro nos habíamos olvidado el agua. Recién pudimos hidratarnos 2:15 hs después, al llegar a Ribes. Comimos en el tren, sánguches de lomo de cerdo y croquetas de arroz q llevamos. Ya al subir con el cremallera se veía medio nublado, y cuando llegamos al camping, se largó a llover en el momento que empezábamos a sacar la carpa, una delicia, teniendo en cuenta q la estábamos estrenando y q, por fácil que sea armarla, por ser la 1a vez teníamos que guiarnos por las instrucciones. Por suerte la lluvia fuerte no se largó hasta después, cuando ya estábamos comodos adentro de nuestro iglucito que, además, tiene muy buena visibilidad lo cual me gusta mucho. Pasamos la tarde paseandito por ahí y tomamos la merienda en el Albergue, q tiene un comedor muy lindo y precios mucho más decentes q el bar "oficial", q está hecho pa'l turismo, y no ratas como nosotros. Entre las cosas q hay, está la Granja, básicamente para que los niñitos pijos q van de turistas se maravillen viendo bestias exóticas como gallinas, conejos, patos y hasta gansos y faisanes, que supongo luego irán a parar a los prohibitivos menúes del restaurant. Pues entre estos bichos había una burra catalana con su hijito burrito (no, no es un comentario obvio, podría tener un hijito mulito. ¿quién es el vivo ahora, eh?). La cuestión que tanto burra como burrito son unos caramelitos. Lo que más me sorprendió fue la docilidad con que doña Burra dejaba no sólo que le hiciesen fiestas a ellas sino también a su hijito, q a ver, eso de que te toquen la cría no es algo que muchas hembras se dejen hacer, y los burros no hacen precisamente honor a su nombre, son muy vivos y tienen personalidad. Pues ésta tiene personalidad de Reina del Nilo, tocáme que me gusta. Y yo no la iba a defraudar, jejeje... Qué mal suena esto, qué fácil para el chiste soez... Al día siguiente, Nacho subió al Puigmal con unos vecinos de carpa, brasilero-catalanes, q tenían el mismo modelo de carpa que nosotros (y había otras 2 en el camping... se ve que causó sensación). Yo me dediqué a pasear por ahí, relax, fotos de florcitasalmuerzo frugal, siesta, qué fantástica fantástica esta siesta, escribir cartas, fiestas a la burra y su hijito, y entonces llegó Nacho medio muerto y tras reposar un ratito subimos al albergue a tomar la leche. Además en el comedor del albergue te prestan el diario para leer, o sea que joya. El domingo levantamos campamento -literalmente- temprano, para volver sin prisas. Nos bajamos del cremallera en Ribes-Vila, en lugar de Ribes-Enllaç, pues me hacía ilu dar la vuelta'l perro al pueblo, muy lindo por cierto. Lo mejor es q en la estación de Ribes-Vila hay una expo del cremallera, con máquinas de la primera época a las cuales te podés subir y todo, muy muy bueno. El resto del día, huevo en casita disfrutando de los ventiladores, q compramos de superoferta 2x1 lo q nos permite, por ej. q si como ahora Nacho duerme y yo estoy acá tipeando esto, los dos nos podemos ventilar. Y ahora de vuelta la rutina, los mediodías de calor, y todas esas cosas q hacen que el lunes a viernes sea intrascendente. Salvo por lo del inodoro... pero mejor lo cuento otro día, pq es tarde y mañana tengo q laburar, y además es muy poco glamoroso.

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