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29.6.08

Paaaaarty...!

Era hora de que algo nos ayudara a Sobrevivir al Tedio, y gracias a Dios esta semana se operó el milagro (debo... evitar... chistes... quirúrgicos...). Ladies Night El ánimo fiestero comenzó el martes, de sopetón. De sopetón nomás porque Nacho no me mandó la invitación al Ladies Night a último momento, pero nunca es tarde cuando la dicha es buena, dice el dicho, y si la dicha no fuera buena pues tampoco sería dicha. La LN era una excusa para sorprender a Ilkay, compañera de Nacho, acabada de casar con otro compañero, con la tradición nupcial de su Turquía natal del Henna -sustancia con la que quienes me conocen saben que experimenté bastante en el pasado-. Tradición de la cual no disfrutó antes de casarse porque la ceremonia fue en Crailsheim, no en Turquía. Aclaremos que las anfitrionas de la Henna Night, Zeynep y Sahika, así como la homenajeada, son chicas muy modernas, así que el ritual fue más simbólico que fiel a lo que se supone que es el original - si hasta la trístísima canción que se supone tiene que hacer llorar a la novia y todas sus amigas sonaba, principalmente, en el celular de Zeynep. La novia se sienta en el centro con la cabeza cubierta por un velo, y las otras chicas la rodean con velitas en la manos cantando la canción trístísima que se supone tiene que hacer llorar a la novia y a todas (que según la traducción simultánea de las anfitrionas, dice que la novia extraña a su mamá, a su familia, a su pueblo; el cual, concluimos nosotras, evidentemente no puede ser Crailsheim, de lo contrario no lo extrañaría). Hecho esto se coloca una bolita de Henna en la palma de la novia y luego las invitadas hacen lo mismo. Como ninguna tenía ganas de quedar con las palmas manchadas de henna por semanas, sólo la dejamos unos momentos. Todo esto acompañado por deliciosa comida turca, claro. Y de recuerdo un saquito de henna, con amuleto contra el mal de ojo y todo; y el pañuelito, que nunca supimos bien para qué era, pero que era parte del kit. Wirtefest Este finde que se está terminando fue la Wirtefest. Es un festival organizado por los bares y restaurantes del pueblo. La Langestraße y las dos plazas del centro se llenan de chiringuitos y hay 3 escenarios con música; si hay suerte, en uno de ellos la música será buena; a juzgar por la del año pasado y la de éste, ese escenario es indefectiblemente el que queda frente a la Liebfraukapelle. El viernes a la noche nos encontramos allí con la peña. El grupete que tocaba no era la gran cosa, pero entre el ánimo festivo, el concepto "una-que-sepamos-todos" que reina en estas fiestas y, por qué negarlo, el alcohol, lo disfrutamos bastante. Claro que en esta Deutschland, cual cenicienta, a las 12 y cuando más empedad entusiasmada una está, se acabó lo que se daba, gute Nacht, tasa tasa. Nooooooo! Por supuesto que no podíamos dejar pasar semejante atropello, ergo: nos fuimos en patota a P-One (la pedorra disco local, con el muy hillbilly nombre de Apfelbaum, apodada así, supongo, mitad en anhelo y mitad en sad realisation de que nunca se parecerá a la P-One de verdad, q no me acuerdo donde está). Llegamos a casa a las 3, servidora menos en pedo que a la ida, ya que lo sudé en la pista. Dancing Queen Anoche el paso por la Wirtefest fue sólo eso, un paso, un hacer acto de presencia en "el" acontecimiento del pueblo antes de ir a la fiesta de despedida de Elena.es, quien ha conseguido trabajo en otro sitio, en combinación con la Housewarming Party de Tunc, o sea que el sarao fue en casa de éste último. A pesar de que no tuvimos el honor de que viniera la policía a pedir silencio, la fiesta estuvo muy divertida. Hubo sangría en cantidad para acallar la resaca (y qué resaca!) del día anterior, dürüm, y mucha marcha! Así que esta corresponsal se la pasó sacudiendo las cachas como antaño con sus amiguit@s hasta pasadas las dos en que decayó y nos fuimos a casa. After Hours En casa se quedaron a dormir unos amigos de Elena que habíamos conocido en München, ya que en lo de Michael (Elena ya vació el depto) también se quedaba gente y estaban cortos de espacio. Así que hoy luego de levantarnos -tarde, por supuesto- nos fuimos todos al Brunch de café Frank que es, tipo, lo más top que gente como una puede hacer en Crailsheim. Tras vuelta por el "centro" y stop obligado en la heladería -actividad impostergable de domingo a la tarde si quiere Ud. saber qué se cuece en el pueblo- los chicos se volvieron a München, Elena a seguir preparando cosas, y nosotros a la pileta, que bien merecida teníamos la siesta al solcito. Eso sí, más vale que haya otra joda pronto, porque lo que es yo, todavía tengo cuerda! (Cuando me manden pondré fotos de la festichola).

5 comentarios:

  1. Paaaaarty la que tendrás cuando te inunde la tentación con este detallín:

    http://elescaparatederosa.blogspot.com/2008/06/formulario-de-comentarios-blogger.html


    ;) Me avisas qué tal; créeme que lo querrás tener implantado.

    Un fuerte abrazo,

    Nos vemos... cuando nos veamos ;)

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  2. Qué alegría y qué envidia!!!! Yo que esto castigada en casa por enfermedad estoy deseando ponerme buena pa disfrutar del verano! Un beso

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  3. Por mucho Crailsheim que sea, suena como un fin de semana bien divertido. La ceremonia de casamiento me encantó, aunque fuera transculturalizada y corrida en tiempo y lugar. Un poco de fantasía siempre hace bien.

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  4. geniiaal!!
    y yo que estoy en periodo de certamenes y lo más cerca que he estado de una fiesta es este blog :(

    pero bueeno, ya me tocará, sigue pasandolo genial que es una forma de ser jovenes for ever!

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  5. =)

    Woohoo! Aquí está, aquí está :).

    Lo veo, lo veo... ¿a que se ve mejor? ;)

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