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27.12.13

Alta en el Cielo

El otro día cerré el post abruptamente pues, mientras escribia las últimas líneas, apareció un asomo de aurora boreal en una foto no recuerdo si de Nacho o de Juan así que raudamente nos emponchamos y salimos hacia el norte de la isla -donde habíamos estado a la mañana- a ver si lográbamos verla.
Hicimos un buen trecho hasta un fiordo oscuro donde había lugar para dejar el auto y subirse un poco a la colina nevada y esperamos a que el tenue, sutilísimo resplandor verdoso que asomaba detrás de la montaña mutara, creciera y nos regalara el espectáculo que habíamos venido a disfrutar.
Las auroras polares se producen cuando partículas de viento solar (protones y electrones) colisionan en la atmósfera al quedar atrapadas por los polos magnéticos de la Tierra -norte y sur-. Su ocurrencia, intensidad y color dependen de muchos factores: la intensidad de la radiación solar, el nivel de actividad del campo geomagnético terrestre, la altura de la atmósfera a la que se producen y, por supuesto, las condiciones meteorológicas y la claridad -u oscuridad, mejor dicho- del cielo en ese momento.
Lo que vimos el lunes pasado empezó como una leve luz espectral, avanzando lentamente desde el noreste para ir enmarcando todo el cielo. De vez en cuando surgía un haz vertical, como una espada o un alma en pena bajando de la montaña. Poco a poco iba intensíficándose, tomando forma o desvaneciéndose, fluctuando de manera que a veces parecía quieta y de golpe cambiaba completamente en un instante frente a nuestros propios ojos. Una hora larga estuvimos sobre la nieve, hipnotizados por el despliegue maravilloso del Universo, brindando con whisky para calentar el cuerpo y haciendo culipatín en la ladera helada. A nuestras efusivas exclamaciones de aprobación se sumaban los chorros de las ballenas que aunque no se veían, se oían perfectamente. Volviendo alcanzamos a ver otra, más nítida, incluso la vimos "cortinear" para nuestro gran deleite.
 Por la exposición prolongada que requieren, las auroras se ven más intensas en foto que a simple vista. La foto de abajo la photoshopeé para que se parezca más a cómo la vimos nosotros.



Una sabe que el mundo es una esfera, flotando en el espacio, y que como tal no tiene ni arriba ni abajo; pero ver esa corona, sabiendo que en el centro está el polo norte, y que una está tan cerquita, me hizo sentir casi literalmente en la cima del mundo.
Y la banda de sonido vino del país vecino.


Otro link por las dudas:

3 comentarios:

  1. Debe ser una experiencia alucinante. Y explicás tan sintético y claro cómo se producen que hasta se entiende. Bravo por la audacia de ir hasta ahí en pleno invierno, con una gratificación así.

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  2. Que hermosura Nuri!!! me quede sin palabras.......

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