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14.2.09

They've still got it (the right stuff)

Ahí quedó mi resolución de año nuevo de postear más seguido en el blog. Como excusa puedo decir que con la gripe que llevo a cuestas hubo días que no hice más que mirar el email ya que no podía aguantar el resplandor de la pantalla, aun con el brillo al mínimo. Pero bueno, let's get moving. El sábado 31, como adelanté hace unos meses, fui a Frankfurt a ver a los New Kids on the Block. Fue un sentimiento extraño. Cuando se separaron, más allá de la desazón de no haber visto nunca un recital (porque, recordemos, nunca fueron a Argentina), no pasó nada más. O sea, bajón, pero bueno, son rachas. Una sigue. Allá por el 99, no me acuerdo, Jordan (el que era "mi preferido") pasó por Buenos Aires en promoción de su disco solista (que jamás escuché, sólo uno o dos temas y era más de lo mismo que hacían los NKOTB). De casualidad, todavía tenía el teléfono de una chica del club de fans, me enteré de que iba a estar en la radio (Jordan, se entiende), me fui para allá aprovechando que estaba desempleada y logré verlo como un suspiro cuando entraba/salía, hacer un par de fotos a lo paparazzi que si algún día tengo la oportunidad de hablar con ese muchacho tendré que pedirle perdón por meterle el flash a diez centímetros del rostro, y ya está. Para mí, que nunca había podido ver un recital, estar a medio metro de mi New Kid preferido, aunque ya no escuchara New Kids todo el santo día, fue como ponerle el moñito a ese capítulo de mi vida. Y de repente, ahí estaba yo, gracias a un comentario casual en Facebook, con una entrada para ese concierto por el que hace 15 años hubiera matado, comprada cómodamente con un par de clicks . Obvio que quería ver el recital. Pero la expectativa era así como dispassionate. ¿Valdría la pena? ¿Sería bueno? Una ya no es una adolescente, y ellos ya no son veinteañeros. ¿Se la bancarían, o serían una manga de gordos chotos pasando vergüenza, nomás? En medio de tales disquicisiones llegué a Frankfurt. Pasé por lo de Barbara a dejar mi mochilita, ya que hacía noche en su casa, y volví para la estación donde me encontré con X, antigua penpal mallorquina con la que solíamos intercambiar suspiros de admiración por los NKOTB. Ella y sus amigas, que habían ido a FRA tambien, han seguido la carrera de los cinco de Boston a lo largo de los años, con lo que estaban con un ánimo general mucho más fangirly que el mío –Si bien es cierto que es más fácil lograr tales efluvios del espíritu cuando se está en grupo (¡Norita tendría que haber estado ahí!). Hasta banderitas tenían. Llegamos al auditorio, digo bien, porque no era estadio de fútbol ni estadio cubierto tipo Obras, sinó algo más civilizado, mucho más civilizado. Había guardarropas y todo, lo cual vino genial para dejar las camperas, que en un ambiente cerrado y con la sudadera quenos esperaba, molestaban más que otra cosa. El sector "parquet", ya que pasto evidentemente no había, era más bien reducido, lo cual por supuesto nos vino de perlas, pues significaba poder verles las caras a los artistas. Largo rato después de la hora que ponía en la entrada (me cago en la puntualidad alemana) se apagaron las luces y empezó a sonar la música. Y se cayó el estadio. El recital estuvo bárbaro. No de la manera exagerada, fanática que hubiera sido quince años atrás. Nada de lloriquear ni desvanecerse por ahí. Pero hubo carisma, hubo química. Era como reencontrarse con un amigo que no ves hace años y cuando te juntás está todo bien. Se notaba como los Kids disfrutaban la actuación desde ese mismo lugar, la confianza y la complicidad con que se dirigían al público (la amplia mayoría de veintimuchos, como una). Como cuando Jordan cantó las dos primeras estrofas de Baby I believe in you con la camisita abierta, no era en plan me hago el sesssi sino un guiño, un "¿te acuerdas cuando me hacía el sesssi?" Lo disfruté mucho. Creo que el tema es que ya no me va tanto ese bubblegum pop, con lo cual hace años que no los escuchaba, pero la realidad es que los New Kids jugaron un papel muy importante en mis años críticos de adolescencia, y por lo tanto, siempre van a tener un lugar especial en mi corazoncito. Ya no me interesa tirarme a Jordan, pero sí me encantaría juntarme con los cinco para un asado, por ejemplo. No me llevé la cámara por miedo que no las dejaran entrar, pero se ve que ya asumieron que con las megacámaras que caben ahora en un celu es al pedo prohibir nada. Lástima, porque la camarita del celu viejo de Nacho es de todo menos "mega". Igual logré hacer un par de fotos reconocibles... Copio un par de videitos que recopilé en Youtube, también :) Aunque no pude encontrar ninguno de lo que dijo Donnie y que, para mí, resumió a la perfección la noche (parafraseando):
"Everywhere we go, people say to us "thank you for being back". But it's us who want to thank you for being back."
¡Ah! aclaro, sacaron nuevo disco y todo! De izq. a dcha. y de arriba a abajo: Donnie, Donnie de nuevo (yo ya estaba más cerca del escenario, jeje), Jon Danny y Jordan en el 2do escenario; Joe, Jordan y Donnie en el ídem; Jon, Danny, Jordan, Joe y Donnie en I'll be loving you forever; la remera de la noche: estoy acá solamente por mi hermana. Uno de mis temas preferidos (o la q lo filmó es fan de Jon o es al único que llegaba a enfocar...) Hace 15 años este diálogo era impensable, con la imagen de "nenes buenos" que estaban obligados a dar...

2 comentarios:

  1. Eso, a mí también me alegra. La nota está escrita muy simpática. Está bueno que hayas encontrado compañía, para disfrutarlos en grupo.

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