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Y es que nuestra vida de pueblo es tan agitada, que parecemos RRPP. El sábado vinieron a cenar Elena, y Vito y Elena (no, no hay error de imprenta: una es española y la otra es italiana, casada con Vito). El menú consistió en carnecita de chancho en su salsita de hongos, aromatizada con tequila y vino blanco, y arroz blanco de acompañamiento. De postre, mousse de chocolate con aceite de oliva - café con masitas, cava, chupitos. Para el café se nos sumó Maria. Al dia siguiente nos deleitamos con el verdadero festín: las sobras recalentadas. Mañana repetimos invitados para los ñoquis del 29. Sí, invité italianos a comer mis "ñocubitos". ¡Toda una valiente! El domingo nos fuimos a andar en bici. Fuimos por la bicisenda del Jagst hasta Kirchberg, un pueblo a 12 kilómetros de aquí... imagino que el pueblo es muy bonito, el camino definitivamente lo fue, pero quedaba en subida y estabamos ya medio muertos así que volvimos previo café con leche con tortas caseras en un café muy convenientemente abierto un domingo a la tarde. De vuelta café y tiramisú casero en lo de Elena.es Ayer tenía una bandejita de corazones de pollo, los cociné con vino tinto (me quedaron unos culos así que es el ingrediente estrella de la semana) y champiñones, y ahí mismo le eché los fideos y agua pa' que se cocine. Elena.es andaba en la cercanía así q se vino, comio con nosotros y nos reimos un rato. Como verás, querida amiga Marianela, sigo en plan Hobbit. Y Mañana no se puierdan a segunda entrega de Glamour de Entrecasa!