Hakuna Matata

El viernes pasado, Nacho me propuso ir al cine. Tras rápida consulta en cartelera de los tres-cines-tres que pasan las pelis en VO, nos decidimos por el Verdi, en el autentíquisimo barrio de Gràcia. La peli afortunada: Buenas Noches y Buena Suerte, la de George Clooney. Afortunados nosotros al elegirla, ya que estuvo buenísima. Narra la historia de cómo el periodista Edward Murrow y su equipo, con un par de cojones, lograron terminar con la caza de brujas q el senador McCarthy había emprendido contra "la amenaza comunista" (al mejor estilo Telenoche Investiga). El guión, impecable; las actuaciones, impresionantes (en especial el actor principal, David Strathairn). Muy acertado el uso de blanco y negro pues intercala filmaciones reales de la época, y de esa manera una se mete de lleno en el ambiente cincuentero. Impresiona la actualidad de los planteamientos que ya se hacían teniendo en cuenta que utiliza numerosas citas textuales del periodista en cuestión y otros medios. Casi casi es más un docu-fiction que una peli. Muy recomendable. Parece ser que a Clooney le interesa bastante el tema de la influencia de los medios, el tras bambalinas de los comunicadores mediáticos, ya que son varios los puntos de contacto con su primera peli como director, Confesiones de una mente peligrosa. (q no me gustó tanto como ésta otra). A la salida fuimos a comer a uno de los casiúnicos lugares de la calle Verdi que eran "no fumadores" ¡Sí! ¿qué sería de un post en este blog sin el comentario gastronómico? Seguro mi suegra ya esta dando saltitos de emoción... Nos aposentamos en un coqueto local de cocina fusión con luz tenue y un enorme hipopótamo de madera como decorado. De promero compartimos un carpaccio de ternera con virutas de parmesano y un poco de rúcula, q la verdad no nos gusta pero esta en particular estaba muy tierna y, por tanto, no era amarga con lo que daba un lindo contraste con la carne. De segundo, Nacho comió un pollo con cuscús y yo, fideos chinos con verduritas y una salsita de albahaca, bastante picantón y poderoso. Los postres, crepe de chocolate y frutos de bosque para Mi Amado Esposo, y torta de chocolate para mí. Bueno, bonito y barato. Al día siguiente, sábado, nos levantamos temprano y nos fuimos de excursión a Collserola. Seguimos el itinerario que va de la Torre Baró hasta el Tibidabo. El menú, lógicamente, consistió en sánguches. Fue una muy bonita excursión en la que pudimos hacer muchas fotos. Yo, aprovechando la función macro de nuestra flamante cámara digital, una Nikon que viene a convertise en la hermanita pequeña-pero-tecnológicamente-más moderna de mi réflex, me despaché haciendo primeros planos de florecitas silvestres... quedaron joya... la próxima vez q vayamos al pirineo la rompo! jejeje... Había muchas y muy bonitas flores, claro, estamos en plena primavera. Y todavía hay para rato. También había, creciendo a la buena de Dios, romero, tomillo, hinojo, salvia, borraja, y quién sabe cuántas hierbas más q no distingo por no estar picadas en frasquitos. Cuando íbamos llegando al Parque de Atracciones del Tibidabo (al cual iremos en alguna otra ocasión), nos quedamos paradísimos cuando vimos cruzar la carretera un una pareja de ¡Jabalíes! Claro, una no se puede poner a corretear jabalíes para fotografiarlos como quien corre a un gatito (en un momento a Nacho no se le ocurre mejor idea que silbar, casi lo mato. Igual se ve q estos jaba están achanchaos, ya), así q las fotos nos salieron onda paparazzi. La cuestión que los animalitos se metieron como Pancho por su casa al patio de un geriátrico, donde ante la curiosa mirada de un gato naranja procedieron, como los Chanchos que son, a deleitarse con la basura que rebosaba de un volquete. Parece que sus incursiones en la civilización son habituales, pues en los contenedores de basura de la calle había advertencias de "no alimente a los jabalíes". Más que alimentarlos a ellos, me gustaría usarlos para alimentarme yo, una no puede evitar verlos como un conglomerado de jamón y embutidos caminando, pero en fin.

Porca Miseria...

La mejor suciedad para sus ¡Chanchos!

Chancho Limpio nunca engorda!

(Les Luthiers)