Bodas de Papel

El sábado cumplimos un año de casados! Pese a la justez monetaria, decidimos festejarlo yendo a cenar afuera. Previo, aprovechando que ese sábado era gratis, visitamos el Museu Marítim, como para imprimirle al festejo nuestro aire geek, vio? El Museo funciona en las antiguas Drassanes, que en ver los cartelitos trilingües Catalán-Castellano-Inglés me vengo a enterar que en la lengua de Cervantes son Atarazanas, total q por lo que vi eran astilleros, desde ya pido disculpas si algún entendido en la materia lee esto y he incurrido en pecado naval por mezclar ambos términos. El edificio en cuestión data del siglo 14, con sucesivas ampliaciones y reformas, y es impresionante de grande, 18.000 m², o sea, casi dos hectáreas de galpón de uso continuado durante 700 años. En realidad nos interesaba ver una muestra temporal sobre Pompeya (la ciudad Romana, no la Av. Sáenz) pero no sólo era garpando sino que además estaba zarpada mal de precio (€9!) así que nos dedicamos a ver barquitos, muy interesante. Daba ganas de ver pelis de piratas. (sugiero Capitán de Mar y Guerra, y La Maldición del Perla Negra). Luego del Museo, nos adentramos en el Barri Gòtic en busca de un lugar bonito para cenar. Resultó un hallazgo un restaurant que Nacho encontró por Internet, La Crema Canela, junto a la Plaça Reial. BBB, como era una ocasión especial decidimos no pijotear y, al uso local, pedimos un primero y un segundo cada uno. Nacho arrancó con un tostado de queso y salmón ahumado con ensladita de verdes y papitas chips; yo me decanté por una ensalada de verdes con champiñones, queso, piñones y vinagreta de albahaca. De segundo, Nacho comió brochettes de cordero con "puré libanés" que era tipo hummus, y yo solomillo de ibérico con cebollita confitada, champiñones y ceps (q no sé cómo se llaman en castellano). De postre, brochette de frutas con chocolate para Nacho y yo vi los ojos del dios Quetzalcoatl con un postre llamado Xocolatíssim que me juego es la misma receta, aunq yo no la haya hecho nunca, del "Budín tibio de chocolate" de Narda Lepes. En ese caso, todo elogio está plenamente justificado. Y si no, la idea es la misma, una delicia: budincito de chocolate, relleno de chocolate líquido, en un plato tapizado de salsa de chocolate... Quién se puede meter coca existiendo el chocolate, no lo entiendo. Pipones, nos fuimos a tomar el café al Born, y bien que hicimos, pues recalamos en un bar donde ya habíamos estado una vez (Set de Born, en c/dels Ases, que no son Nº 1 de la baraja sino Asnos, en catalán) y nos había gustado pq es una finca muy antigua y tienen buena música, además de tapas y copas... La cuestión, que nos pedimos un capuchino, y nos salió rebaratísimo, con lo cual ahora los queremos todavía más. ¿Se fijaron que, en todos lados, por ponerle una pizca de Nesquik y canela a un cortado te lo cobran el doble? Qué putos... Por suerte, esta fue la feliz excepción a la regla. Y además servido en una tacita de porcelana con dibujo azul al estilo inglés, una paquetería. Estaba bueno q el dibujo, en vez de ser de casitas victorianas, era en el mismo estilo pero de edificios modernos. Un twist que aportaba actualidad sin perder ni pizca de glamour. Y por si esto fuera poco, ¡estaba buenísimo! Ayer domingo fuimos a la playa. Todo y que ya se notaba q el sol empieza a no pegar tan fuerte, no corría una gota de viento, con lo que pasamos más calor q el mes pasado. Era ir al mar cada cuarto de hora, el agua estaba calentita y veías pasar unos peces gradecitos, como para pasarlos por harina y freírlos, dos piezas por porción. Y hoy, por supuesto, empecé la dieta.