3 días y 10 horas para el día D HP

El domingo, a pesar de que amaneció nublado y medio fresco, igual decidimos ir a la playa, excelente decisión ya que luego al final nos tocó sol. Engrescados por los buenos comentarios recibidos nos fuimos a Sitges, antigua villa de pescadores devenida paraíso gay y sede del Festival Internacional de Cine. Pues resulta que es PRECIOSA!!! Muy limpia y cuidada, con una arquitectura impresionante, casas viejas estilo romántico y grandes caserones modernistas. Las más modestas, en estilo netamente mediterráneo, una bellesura total. Nos dirigimos no a la playa del centro-centro sino a una más pequeña q hay pasando la Iglesia. El ambiente era muy bueno, tranqui y familiar en el más ecléctico sentido de la palabra: parejas de uno o ambos sexos, grupetes de amigos/as, padres y/o madres con sus niños, abuelos con sus nietos... El agua, a la temperatura justa, con pececitos nadando entre los pies de una, y el mar con pendiente suave y olas amables. Estuvimos allí un rato leyendo La Vanguardia. A la hora de almorzar, buscamos una plaza con sombrita para comernos nuestros bocatas y luego vahgamos por ahí, en busca de algún lugar con sombra donde acovacharnos hasta que pasran las horas de más sol. Anda que andarás recalamos en una, valga la redundancia, cala, donde a diferencia de las otras playas donde bastantes mujeres hacen topless, una aplastante mayoría de gente andaba como Dios los trajo al mundo. Sin embargo, había allí una cueva que nos proveyó de la penumbra que nuestras prístinas pieles reclamaban, por lo cual lo de acovacharnos resultó literal. Y ahí nos quedamos hasta q empezó a bajar el sol y nos volvimos para casa, donde comimos una rica cena. ¡Qué bonito domingo!