Jugando a la visita

Ayer como comentaba, fuimos a comer a lo de Rosa. Estaba también Blanca, una de sus nietas (prima 4ta de Nacho). El menú fue ensalada rusa, deliciosa (aclaro para los q no lo saben: la ensalada rusa en Catalunya lleva papa, zanahoria, arvejas y/o chauchas, huevo, atún, y la mayo, q a mi no me gusta, corre a gusto de cada quién), y milanesitas de pollo. De postre, braç de gitano (pionono con nata montada), y con el café galletitas de manteca made in France q llevamos nosotros. El resto de la tarde lo pasamos charlando. Rosa vive en una casita vieja en el barrio de La Sagrera, una PB q alquila desde hace más de 50 años y q por esas cosas de la vida y normativas pretéritas actualmente paga un alquiler risible y hasta q no se muera o rescinda ella el contrato ni los dueños ni los buitres inmobiliarios pueden tocar la propiedad. La casita, a pesar de tener una distribución pasada de moda, es muy linda y tiene un patio alucinante, enorme con un galponcito al fondo sobre el cual hay una terracita donde solían colgar la ropa. Mucho caliu. Hoy a la tarde vinieron los Cubí (los tíos de Nacho en casa de los cuales estuvimos cuando llegamos aquí), tomamos café con torta de manzana q hice y bombones (Guylian!) q trajeron ellos. Vino muy la visita además pues nos hizo limpiar toda la casa, q buena falta le hacía.