La Frivolité, Lo Frito, El Friíto, Los Feítos

Ayer estaba en casa embolada mientras Nacho laburaba para la facu. Había ido a darle comida a los patitos luego del almuerzo con tanta mala pata (no pun intended), q el parque estaba lleno de escolares malditos metiendo bulla, y como no, rompiendo la paz de mis queridos palmípedos, por lo que éstos se mostraban más que reacios a cualquier intento de aproach, y cualdo volví más tarde, habían quedado demasiado cansados luego del estrés como para jugar a la visita conmigo. Así q ni bien se hicieron las 4 y media, hora en q abre la casa de fotos, me fui a Cornellà a llevar el rollo q tenía para revelar. Como se me acabó mi adorado perfume de Yves Rocher, se me ocurrió pasar por el Llobregat Centre (el shopping local) a ver si lo conseguía, tarea que temía pues cada vez lo veio menos en los locales de YR, lo q me hace pensar q lo deben estar por sacar de circulación, cosa que me aterra pues es MI perfume desde hace como 7 años y ni me imagino con otro, ni a Nacho parece gustarle ninguno de los que me he probado en mis incursiones por Sephora. La cuestión, que against all odds no sólo conseguí mi perfume... ¡Tenían el desodorante haciendo juego! que ya hace 2 años le habían dicho a mi amiga Laura q no lo fabricaban más. Casi me le tiro encima a la dependienta, de la emoció. Además me hicieron mi tarjeta de clienta q me va a dar descuentos y regalitos. Salí contenta como perro con dos colas, echándome perfume para apaivagar la abstinencia q venía sufriendo. A la noche comimos trucha frita, en aceite de oliva, of course, que forma una capa protectora en los alimentos haciéndolos chupar menos aceite, ergo, engorda menos q una fritanga hecha con cualquier otro aceite. No es nada biyuyesco aquí, ya que a €4.95 es de los pescados más baratos. Hoy de nuevo nos tocó una ola de frío polar, ¡qué tornillo! Al ir al parque me crucé con mi amiguito Chancho, ¡y me conoció! Ni bien me vió vino corriendo a saludarme. Obviamente, eso sólo ya me alegró el día. Con el frío, a los pocos patitos que no estaban acurrucados estarrufant-se las plumas con los picos bajo las alas se les había despertado el apetito. Un macho blanco de pico amarillo q tiene un carácter de mieeeerda comió con ganas entre graznido y graznido para dejar claro que a pesar de q aceptaba mis maicitos, el q manda en el estanque es él. Otra pata, re simpática, blanca con pico rojo con cresta, también comió bastante mientras su pato, menos sociable, le acicalaba amorosamente las plumas. En El Corte Inglés han hecho tipo semana mexicana y hace unos días compré una botella de tequila y también unos wafers con chocolate estilo los Papadópoulos q en éspocas del 1 a 1 se conseguían en Argentina, más baratos q los griegos q normalmente compramos. La cuestión q los cubanitos estos son un asco, la masa está como aromatizada con amaretti, con lo cual además cada vez q como uno me siento como en un libro de Agatha Christie, envenenada con cianuro. Con decir q ya van dos sesiones de café q ni para contribuir a terminarlos más rápudo como ninguno. Así q hoy aprovechando el friíto y q tenía un pote de crema hice la torta 1-2-3-4. Y esta noche toca paella, con conejito y sípia. Yum!